jueves, 2 de abril de 2009

Todo lo que empieza, acaba


Hola amores,


Hace tiempo que no escribo pero es que cuando ya llevas tiempo en un lugar ya te acostumbras a todo y ya no te soprenden tantas cosas para ir escribiendo, aunque en Nicaragua siempre te puedes sorprender!!

Pues parece mentira pero ya esta llegando a su fin esta aventurilla por las tierras latinas donde he pasado grandes experiencias que me han fortalecido y las cuales me constatan que no hay impedimentos si uno se permite alcanzar sus sueños.


También me ha permitido conocerme más y saber cuales son mis límites o mis comportamientos en cada situación, con otras personas, en otra cultura, el superar la soledad en algunos momentos aunque este rodeada de gente, la lejanía de mis seres queridos... Como afrontar todas esas situaciones??


Del Centro Juvenil Los Pipitos he aprendido un montón de los jóvenes del centro que cuando mas estas con ellos, más te das cuenta de lo equivocados que estamos en tratarlos como niños pequeños o como sino entendieran nada, os aconsejo si tenéis la oportunidad de compartir momentos con estos lindas personas, que lo dan todo sin esperar nada a cambio.

He aprendido como funciona un centro, su complejidad, sus dificultades, sus logros...


De Nicaragua he podido conocer su realidad sobre la situación de la educación, de las personas con disCapacidad, de las mujeres, de los niños, de la sanidad...

He disfrutado de su gente, de su música, de su comida, de su jodedera... de sus paisajes...

Voy a hechar de menos esa vida mas proxima a la naturaleza, dónde miras y a tu alrededor y ves montañas, caballos paseando compartiendo la carretera con coches, bicis, carritos que pasan vendiendo, la familia entera montada en la tina de la camioneta, o encima de una bici con dos o tres personas, los que pasan vendiendo jocote, guirila, tortillas con esa voz peculiar, el ambiente en las calles anunciando fiestas, fallecimientos por el perifoneo que recorre toda la ciudad, la gente paseando por las calles tranquilas, las pulperías donde venden de todo lo que busques menos pulpos, de los buses amarillos tan característicos y autenticos, de agarrar cada día un taxi y conversar con el taxista como si nos conociéramos, la sirena de la iglesia que toca a las 6 am y a las 12 de la mañana para comer, el gallopinto con tajadas, crema, huevos, las enchiladas, los jocotes con sal, la pitaya, la tortilla... las familias que se reunen cada tarde, la humildad.


De la familia Valenzuela, que decir, que me ha acogido como parte de la familia, he compartido con ellos encuentros familiares en navidad, en el Tisey, los domingos tomando la típica sopa junto a los hijos de Edna y demás, tocando musica, cantando... momentos ricos!!

Tambien voy a echar de menos esa tranquilidad del día a día que puedes ir a visitar a los compañeros a sus casas para platicar, o quedar para tomar una Toña (cerveza típica) o ir al Mocca Nana a comer pastel de chocolate, esa disponibilidad que en españa no se encuentra porque todos tenemos muchas cosas que hacer...

Voy a extrañar la gente que dejo y que me han dado mucho, el clima tan rico, su cielo estrellado pero sobretodo la manera en la que se relacionan que es muy divertida, siempre con jodedera...


Pero hay muchas mas sensaciones y vivencias que llevo en mi interior que es difícil de describir con palabras


Un abrazo cariñoso para todos.