MI VIDA EN ESTELI

Digo mi vida porque hablare de mis percepciones a partir de mi experiencia y de lo que encuentro en mi camino.

Creo que es hora de que hable de la parte bonita de Nicaragua y de todo lo que me esta aportando, pero hasta ahora no he podido dejar de explicaros la situación en la que se encuentra Nicaragua porque a veces es indignante ver de primera mano como viven.

Mi inicio aquí fue un poco complicado, como todos los inicios, en el sentido.... como fue no tener silla durante días, las lluvias torrenciales que no dejaban salir, poder cargar la electrodrive ya que la corriente es menor, algo que es importante para mi porque me da mucha autonomía, tener un taxista que siempre me llevara y trajera del trabajo, es difícil encontrar a uno que quiera llevar a una persona con disCapacidad y que se comprometa todos los días y no falle, las relaciones con los compañeros que a veces se hacen difíciles, el que entienda mi asistenta que necesito ayuda puntual para algunas actividades de la vida diaria pero que no quiero que me lo haga todo sino solo aquello en lo que verdaderamente necesito ayuda, aquí hay mucho proteccionismo y se tiene la creencia que las personas con discapacidad no pueden valerse por si mismas.

Pero todas estas pequeñas cosas y algunas otras han tenido solución permitiéndome así sentirme muy a gusto en todos los sentidos de movilidad, relaciones...
Aunque nunca tuve todos los problemas que me decía la gente del “jet lag”, picaduras de mosquitos, diarreas por el cambio de aguas.
Claro que todo se me ha ido solucionando porque soy europea y con el dinero de allá aquí puedes hacer mucho, pero las personas con discapacidad lo tienen muy difícil.

Lo que mas me gusta de Nicaragua son las personas, son muy acogedores y aunque tengan poco lo comparten todo. Por ejemplo en la familia donde estoy me ha acogido muy bien, placticamos mucho conociendo así mejor la realidad del país a través de ellos y hacemos excursiones juntos para que conozca la zona.

Estelí es como un pueblo pequeño donde todos se conocen y ya voy saludando a la gente por la calle, y eso me gusta.
Otra cosa que me encanta es poder ver al final de las calles las montañas, estar rodeada de tanta naturaleza.

La tranquilidad que se respira y que es algo saludable que ellos valoran mucho, no tienen esa presión social por hacer un montón de cursos, actividades... estar siempre ocupados haciendo algo, aquí ese rato lo pasan con la familia, amigos. Por la calle la gente no va con prisas de un lado a otro y se paran a hablar unos con otros, y eso es algo muy rico.

El sabor de las frutas y verduras, no hay una gran variedad como allí porque aquí se come lo que es de temporada, como es normal. Realmente la fruta tiene el sabor delicioso y sobretodo si las puedes coger directamente del árbol

Observar esas puestas de sol tan bonitas y por las noches volver a ver un cielo estrellado como cuando era pequeña.

Todo ello no lo e hecho sola sino que hay una larga lista de personas que han colaborado directa o indirectamente para que yo este aquí disfrutando de esta experiencia, como; Joan Franch, el coordinador de las prácticas de Latinoamérica, que es el culpable de que yo este aquí y la persona que confió en mis posibilidades; mis padres y familia por todo el apoyo que me dieron desde el principio; La PIUNE ,asociación de discapacitados de la UAB, que me apoyaron en momentos difíciles y me ayudaron en las gestiones; La Fundación Universia por concederme una beca; Y a muchas otras personas que han estado ahí apoyándome, amigos....

Pero tampoco podría estar aquí sin la ayuda de Los Pipitos me acogió con los brazos abiertos y acepto que hiciera las practicas en este centro; Edna Valenzuela, mi mamita Nica, que me ayuda en algunas tareas de la vida diaria; Denis mi taxista que esta ahí todos los días; Fátima Guevara mi fisioterapeuta; mi compañera Carmen y todos aquellos que se cruzan el camino, que aprendes de ellos/as y te hacen sentir bien.

A TODOS ELLOS/AS MUCHAS GRACIAS