Viajando por Nicaragua

Este viaje ha estado lleno de aventurillas, situaciones que sorprenden, risas, muchas risas...
Todo empezó con mis compis Carmen y Diana, dos personas estupendas e ideales para este tipo de viajes. Salimos a las 9 am, nos espera un microbus y unas tres horas de viaje hacia León con la peor carretera de Nicaragua, ibamos a 40Km/h sin exagerar a causa de los agujeros que habia. De los saltos yo me iba escurriendo del asiento y me tenia que ir colocando para no caerme. Vamos con aire acondiconado y nos bajamos en los hervideros de San Jacinto, una bofetada de aire caliente al bajar del microbus nos deja atontadas y decidimos ir a tomar algo y a comer antes de ir a los hervideros.

Cuando nos acercábamos a los hervideros una bandada de niños­ y niñas se nos acercaron corriendo para ofrecernos ser de guías, todos tenían edad de estar en la escuela en cambio estaban trabajando para ayudar a la economía familiar.

Finalmente nos acompañaron seis chiguines de diferentes edades, me ayudaban a bajar las escaleras y nos iban explicando las leyendas del lugar. Pudimos entrar al lado de los respiraderos del volcán que esta activo, el suelo estaba caliente y a veces pensaba en mis ruedas que no se derritieran, se escuchaba el magma debajo del suelo como se movía y salía por los respiraderos. La sensación de estar en un volcán activo sintiendo su fuerza es única.

Un niño nos pregunto si éramos hermanas y le respondimos que no, entonces dijo: ah! Entonces la queréis mucho refiriéndose a mi. Nos sorprendió la respuesta pero es que aquí la persona discapacitada se le mira como alguien sin posibilidades.
Os presento las imagenes del lugar...

Continuamos el viaje camino a León.

Para mi, las aventuras eran cada vez que agarrábamos un bus. En los buses va el conductor y un o dos ayudantes que ayudan a subir las pertenencias de los pasajeros (sacos de papas, maletas, etc..) que a veces suben a la vaca del techo.

Estábamos en la parada, llegó el bus repleto de gente que hasta iban en el pasillo de pie, aunque eso no les pareció ningún inconveniente y me chinearon y me subieron al bus, una vez arriba no había asiento, hasta que una persona se levantó y me regaló su asiento. Cuando me senté ya estaba todo arriba, silla, mochilas, compis. Todo pasó en cuestión de 15 segundos, con una eficacia pasmante, yo miraba que estuviera todo porque todo fue tan rápido que ya de camino repasábamos que lo tuviéramos todo, si todo estaba.

Llegamos a León, aquí la temperatura es mucho mas alta que en Estelí. Tengo mucho calor y tomo mucho agua. Nos alojamos en el Bigfood y nos vamos a pasear por León, cenita y concierto en el Via a Via…mojitos, risas, buena música…

Continuamos el viaje a las Peñitas.

Otra aventurilla para subir al bus, esperamos a que se llene, hace muchísima calor y el bus cada vez esta mas lleno, la gente va hasta por los pasillos pegadas una a la otra.

En el bus Diana habla con un hombre que le hace la misma pregunta que nos hizo el niño de los hervideros, que si éramos hermanas y que entonces que me querían mucho. A aquí ya nos quedamos paradas y no fue la última persona que hizo la misma reflexión. Cos estas percepciones nos podemos hacer una idea de cómo viven aquí las personas con disCapacidad.

Por fin, en las Peñitas. Descansamos y cenamos pescaito fresco, delicioso. Hace mucho que no como pescado así de bueno…

Es diciembre y nos bañamos en aguas del Océano Pacifico, solo observar este paisaje ya te relajas…

Acabamos el viaje visitando San Juan de Oriente y Masaya. Finalmente volvemos a casa con más aventurillas del bus…

En las guías de turismo como Lonely Planet, pone que Nicaragua no esta adaptada para las personas con disCapacidad. Pero que no este adaptado no quiere decir que no se pueda viajar por Nicaragua, porque yo lo estoy haciendo, y claro que no hay muchas comodidades pero eso es parte dela aventura , es accesible si uno asume el reto, le pone imaginación y se deja llevar …